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Las insólitas aventuras del pez

Juicios Rápidos

El piano

Una banda sonora efectista y pegadiza enmascara una de las películas más injustamente sobrevalorada de los últimos tiempos. Las aventuras y desventuras de una mudita sempiternamente enfadada, que sólo reacciona cuando un tipo tosco y algo atrabiliario le alegra el alma (y el bajo vientre). Y para que el conjunto resulte más armonioso, la inevitable niña repipi e insoportable, y un piano en una playa, para que se puedan realizar los inevitables planos metafóricos/intelectuales/simbólicos.

Joe Cocker, ese hombre...

El domingo tarde, mientras estaba atrapado en una retención en una de las magníficas autovías que recorren nuestro solar patrio, oí en la radio varios avances del próximo álbum de Joe Cocker, titulado Heart & Soul. Entre ellos, una versión del clásico de Marvin Gaye, What's Going On?. Al finalizar la audición de la recreación del británico surgió en mí una duda, ya que yo creía que ciertas cuestiones ya estaban prohibidas por la Convención de Ginebra.

Heart & Soul es el típico CD que compra alguien a quien no le gusta la música una tarde de sábado en el Hipercó.

El día de mañana

En las películas de catástrofes de los 70's al menos había 2 o 3 señoritas de buen ver, y los protagonistas se echaban un cigarrito de vez en cuando... Ahora las catástrofes en la pantalla son políticamente correctas y a tiempo completo. Y duran mucho (las películas, las catástrofes no, suelen resolverse en torno al minuto 120 de metraje).

El día de mañana es una nadería más de la Fábrica californiana: insípida, inodora. Pescado congelado de piscifactoria. Además, ni una tía buena que llevarse a la boca. Y Dennis Quaid tiene el aspecto del que han sacado antes de tiempo de una clínica de desintoxicación.

El sexto sentido

No sé qué es peor, si el guión, obvio, tramposo y tópico, o la cara de lelo bueno-para-nada de Willis durante todo el metraje... Night Shyamalan, artero él, nos intenta vender su fallido producto con las inquietantes facciones del niño protagonista, que, ciertamente, puede llegar a infundir un sano terror.

La tormenta de hielo

O como la burguesía norteamericana ya estaba aburrida en los 70's hasta de tirarse al/a la vecino/a. Y el espectador también se aburre. Mucho. La vacía existencia de unos seres vacíos no es algo especialmente excitante, la verdad. Ahora bien, tienes la sensación de que en cualquier momento Christina Ricci nos va a enseñar las tetas.

La matanza de Texas (1974)

Una estirpe de matarifes se divierte aterrorizando a turistas jóvenes, un tanto atorrantes y dopados. Ocasionalmente, se alimenta con sus cadáveres. Este título tuvo cierta repercusión en el circuito gore-serie B, pero, lamentablemente, al quedar confinado en él se le ha infravalorado, cuando es la mejor, más refinada y más ácida comedia de los 70's.

Indiana Jones y el Templo Maldito

Lo malo de ambientar una película en la India es que te pones místico y pierdes el Norte. Así le ocurrió a Spielberg, que firma una cinta plúmbea, sin interés y carente de ritmo alguno (a excepción de su magnífico y trepidante comienzo).Además, hasta los elefantes son más sexys que Kate Capshaw.

Waterworld

Una interesante película serie-B gravemente lastrada por el error de cálculo de querer venderla como una espectacular superproducción, la presencia de una niña repelente, y los (fallidos) intentos de Kevin Costner de ocultar una calvicie galopante y sus patas de gallo.

El paciente inglés

O como si no tienes ni idea de qué contar, o no sabes hacer cine, perpetras una película muy larga, con mucho plano aéreo, en la que haga mucho calor, y en la que los actores hablen poco y se miren como miopes estreñidos. Por otra parte, el único film en el que el protagonista masculino no ha de realizar el esfuerzo titánico de fingir que le gusta la Binoche.

Titanic

Por si fuera poco aguantar más de 3 horas las estúpidas aventuras amorosas de una niña bien con problemas hormonales y de un pseudobohemio perfumado, al final tenemos que soportar como una cantante de nulo talento vocifera la canción más cursi de la Historia Occidental, ¡Ah, sí! Y además se hunde un barco muy grande.